No hay nada mejor para conectar con el consumidor que generar una emoción, y una de las emociones más poderosas que hay es la nostalgia. Ahora que la tecnología y la innovación están tan presentes en el día a día, muchas personas tratan de buscar algo de alegría en recuerdos del pasado. Sean series, ropa, películas, canciones o videojuegos, anhelan revivir esos momentos especiales.
Y eso es algo que en el mundo del marketing se ha sabido aprovechar muy bien. De hecho, es lo que ha dado vida al marketing de nostalgia. Una estrategia que las empresas pueden aprovechar a su favor para estrechar vínculos con su público a la vez que recuerdan tiempos mejores y crecen.
¿Qué es el Marketing de Nostalgia y por qué funciona?
El marketing de nostalgia es una de las estrategias de marketing más exitosas porque usa elementos del pasado para evocar recuerdos positivos en el consumidor, generando una conexión emocional instantánea. Puede usar elementos visuales, auditivos o temáticos (estilo gráfico de una época, melodías que sean muy familiares, antiguos personajes conocidos…).
Numerosos estudios han confirmado que la nostalgia reduce el estrés y genera sensación de confort y consuelo, lo que suele generar un vínculo con aquello que evocan los recuerdos. Dentro del marketing, esto resulta muy poderoso, ya que se apela a la identidad y emociones del consumidor.
Además, como el tiempo nunca deja de avanzar, siempre existe un pasado, sea para la generación que sea. Un millennial puede verse atraído por referencias noventeras; pero también alguien de la Generación Z por los años 2000. Es fácil encontrar la época a la que hacer referencia para cada tipo de público.
Cómo utilizar el marketing de nostalgia para potenciar una marca
Para implementar el marketing de nostalgia hay que tener una buena estrategia. Aquí te vamos a explicar los pasos clave para construirla:
Conocer bien a tu audiencia
El primer paso para cualquier campaña de nostalgia efectiva es entender quién es tu público y cuáles son los recuerdos clave para ellos. Toca realizar estudios de mercado y segmentar por edades, ubicación y preferencias culturales para ver cuáles son las décadas o eventos que pueden evocar la nostalgia que buscas.
Es muy importante analizar tendencias generacionales a través de encuestas, herramientas y plataformas de análisis. Así podrás definir mejor cuáles son los símbolos y temas que marcaron a tu público y podrás construir las campañas que consigan ese golpe de nostalgia.
Busca los elementos pasados que mejor resuenen con el público
Una vez que conozcas a tu audiencia, el siguiente paso es identificar los elementos del pasado que pueden despertar una respuesta emocional positiva. Estos elementos pueden incluir desde canciones y modas hasta productos o estilos visuales que sean de las épocas que quieres trabajar.
Ahora bien, es importante recordar que la nostalgia no se trata solo de revivir cualquier recuerdo, sino de revivir momentos que evoquen emociones felices y positivas. Por eso, lo ideal es usar colores o tipografías, melodías muy famosas o incluso recurrir a personajes que marcaron una era. Hasta el packaging puede ser de gran utilidad en este sentido.
Dale un extra de nostalgia a tus canales de comunicación
Con las ideas y los elementos localizados, toca integrarlos en los canales de comunicación. Para ello, lo mejor es comenzar con redes sociales y plataformas de vídeo como YouTube o TikTok, ya que encajan muy bien a la hora de usar colores y elementos gráficos del pasado para potenciar la llamada hacia el pasado.
El lenguaje empleado, las referencias, los colores, los contenidos, las melodías… Combinando todo esto correctamente, sobre todo en formatos audiovisuales, se consigue muy fácilmente ese toque nostálgico que se persigue para captar al público que echa de menos el pasado.
Aunque estas bases son muy sólidas y garantizan buenos resultados con el marketing de nostalgia, es muy importante no abusar de él. La sobreexplotación de referencias al pasado puede llevar a una «fatiga de la nostalgia», donde los consumidores perciben las campañas como poco originales, faltas de ideas o incluso superficiales. Para evitar este problema, es fundamental que las marcas mantengan un equilibrio y no dependan exclusivamente del pasado al construir sus mensajes.
Además, las marcas deben ser conscientes de los valores que evocan al recordar el pasado. No todas las épocas son recordadas positivamente, y ciertas referencias pueden ser poco aceptadas en los tiempos que corren. La clave para un marketing de nostalgia ético es seleccionar elementos que celebren momentos felices sin idealizar épocas que puedan haber tenido aspectos controvertidos o problemáticos.
Puede parecer difícil, pero lo cierto es que es bastante fácil conseguir diseñar un mensaje que atraiga por la nostalgia sin fatigar al consumidor. Su eficacia está más que demostrada, de hecho, no son pocas las marcas que han aprovechado este factor para potenciar sus productos y crecer.