¿Problemas en su gestión tributaria? El apoyo de terceros mediante una asesoría fiscal puede ser su aliado ideal en el cumplimiento de las obligaciones. Analizar el marco jurídico y planificar en relación a ello, no es una tarea fácil. Por eso le recomendamos contratar un servicio de expertos como asesoría fiscal Gestiun Madrid que gestione correctamente su situación financiera.
En materia contable, las transacciones inherentes a los impuestos y tributos requieren de una constante inspección y control. Después de todo, estar al día con sus declaraciones y pagos es necesario para el correcto desenvolvimiento de las actividades financieras y la solicitud de nuevos préstamos económicos. Si existe un error, o peor, un fraude, enfrentará serios problemas.
Acá es donde entra la importancia de contar con una buena asesoría fiscal, que lo oriente por el camino ideal para la planificación y organización de sus estrategias tributarias. Dejándolo a manos de un profesional formado en el área contable, financiera y administrativa que inspeccionarán su negocio exhaustivamente hasta cumplir con las indicaciones de las leyes tributarias.
¿Qué es la auditoria fiscal?
En términos simples, la auditoria fiscal es la inspección, revisión, comprobación y verificación tanto de los hechos vinculados a un proceso contable en materia tributaria, como la información contable necesaria para realizar los pagos y declaraciones al ente recaudador denominado hacienda pública.
La auditoria fiscal tiene como objetivo principal verificar la información contable-financiera para descubrir fraudes o errores en la declaración de los impuestos financieros. Pero también evalúa todo el proceso de la planificación fiscal para detectar fallos y omisiones que podrían estar perjudicando el cumplimiento de las obligaciones de la empresa, o los individuos.
¿En qué consiste una asesoría fiscal?
La asesoría fiscal es un proceso externo que busca apoyar y orientar a las personas naturales y jurídicas en los procesos relacionados con el área tributaria.
Se encarga de evaluar cómo se está realizando la planificación fiscal, para encontrar fallos y así corregirlos. También preparan al personal para que puedan desenvolverse bajo el marco legal tributario.
Las asesorías fiscales están conformadas por profesionales y expertos en la materia contable y tributaria, que garantizarán el cumplimiento de las normativas dictadas por hacienda. Mediante el proceso de una asesoría fiscal se planifica, evalúa, apoya, orienta, corrige y se realiza todo tipo de ajuste necesario para lograr los objetivos tributarios.
¿Cuáles son las funciones de un asesor fiscal?
Un asesor fiscal es la persona encargada de realizar la inspección en la empresa con la finalidad de corregir los fallos y preparar al personal. Puede trabajar de manera autónoma, o ser un grupo conformado por varios profesionales en áreas como: contabilidad, auditoria, economía, administración, finanzas y leyes.
Primero que nada, el asesor fiscal debe ser capaz de aplicar los conocimiento adquiridos mediante la práctica para entender a fondo el sistema tributario. También ser conocedor de todos los procesos que se llevan a cabo tanto en la empresa a nivel financiero.
Segundo, el asesor encargado de apoyar en el ámbito fiscal tendrá que mantener un contacto directo con los clientes. Siempre con un canal de comunicación acorde a lo que requiere la situación. Sean estas empresas de gran renombre, o particulares que realizan transacciones financieras reguladas por la ley.
Tercero, han de ser capaces de elaborar una estrategia tributaria y fiscal acorde a las necesidades de los particulares. La complejidad del sistema tributario es arduo, y pocos sujetos pasivos tienen la capacidad de entender lo que deben realizar. Así que estos deben adaptar sus conocimientos para apoyar en la planificación financiera-tributaria.
Cuarto, y último, deben contar con cada una de las herramientas y formularios necesarios para utilizar en la declaración y pago de impuestos. De esta forma, sus clientes podrán presentar ante hacienda la declaración correspondiente de modo que no halla fallo y omisiones. Incluso, han de representar a los clientes en caso de que haya algún tipo de disputa contra el ente recaudador.
Importancia de contar con una asesoría fiscal
Como hemos venido desarrollando a través del artículo, las funciones y procesos relacionados con el ámbito fiscal son complejos. Se necesita de la mano de profesionales que entiendan el sistema y actúen acorde a ello.
Por eso, los particulares y empresas que no están capacitadas para desarrollar estrategias y planificaciones tributarias deben acudir a las asesorías fiscales.
A continuación, le presentaremos la importancia de contar con una asesoría fiscal. Tanto en términos de beneficios para su empresa, como las contingencias que podrá evitar al contratar una empresa de asesoría.
Trabajo profesional y personalizado
Estamos hablando de profesionales que conocen a fondo cada uno de los procesos inherentes al ámbito tributario. Tendrán la capacidad de analizar cómo se está realizando las declaraciones, impuestos, pagos y más. Todo esto con la finalidad de detectar errores y orientarlo al camino correcto.
Por otro lado, este es un trabajo personalizado, que se adaptará de acuerdo a las necesidades de cada cliente. Si tiene un problema con las retenciones correspondientes en una transacción financiera, entonces lo apoyarán en este ámbito. Lo que le beneficiará a futuro en la reducción de errores y fallos contables.
Preparación del personal
Con la ayuda de un asesor fiscal puede preparar a su personal en el área contable para que entiendan mejor la situación jurídica-tributaria de la empresa. O, en caso de ser una persona natural, lo pueden entrenar para que identifique qué es un hecho imponible, que es una retención, qué es una declaración de impuesto y cómo debe interpretarse adecuadamente la normativa tributaria.
Tendrá al día los principales impuestos
Con una asesoría fiscal se analizará en tiempo real los principales impuestos que deben pagar los sujetos pasivos. Empezando por el impuesto sobre la renta, que es una declaración inherente al aumento del patrimonio de las personas físicas y jurídicas.
La declaración anual de operaciones realizadas con un mismo proveedor, el impuesto al valor añadido mediante la adquisición de un bien. El impuesto sobre las sociedades mercantiles, y el impuesto sobre las actividades económicas, un monto que deben dar los negocios por llevar a cabo sus operaciones en un establecimiento.