
Las grandes compañías que ves hoy en día empezaron con la idea del negocio en la mente de alguien. Esa persona le dio forma y comenzó a integrar todo un conjunto de elementos como el sistema que iba a hacer que funcionara, el lugar donde el consumidor iba a encontrar el producto, el dinero de los inversionistas, etc. ¿Tienes un idea de negocio? ¡Perfecto! Es hora de que se materialice….
¿Producto o Servicio?
¿Qué es lo que vas a vender? ¿Es un bien tangible que requiere de un proceso tecnificado de producción? ¿Es un servicio como la consultoría o la reparación de bienes? Puedes encontrar ideas de negocios «mixtos» como el caso de los restaurantes, donde se vende un producto (hamburguesas por ejemplo) a través de la prestación de un servicio (el lugar, la atención, etc).
Dependiendo de tus posibilidades puedes ofrecer el servicio técnico como valor agregado. Supongamos que fabriques y vendas muebles en madera, entonces tu puedes ofrecer la asesoría en la instalación. Aprovecha todos los recursos que tengas a la mano que te diferencien de la competencia.
* Para facilitar la lectura y comprensión de los conceptos se van a utilizar producto y servicio como sinónimos de ahora en adelante.
Tu Mercado Objetivo
¿Quién va a comprar tu producto? ¿Todo el mundo lo va a querer comprar? En los emprendedores sobra el optimismo, pero es muy importante resaltar en este apartado la importancia de definir con claridad el grupo de consumidores que realmente va pagar por lo que vendes. Veamos un ejemplo:
La joyería está restringida a las mujeres (género), y si resulta lujosa, es probable que el segmento del mercado se acorte aun más hacia aquellas que están entre los 35 y 50 años (edad). Habrá mujeres por fuera de este rango de edad que compren este tipo de productos, pero van a ser la excepción. ¿Qué te convendría entonces?Tal vez ofrecer productos más juveniles y relojes para caballeros. De este modo, al ampliar el portafolio de productos incrementas también el número de compradores potenciales.
¿Dónde venderlo?
La ropa formal se vende mejor en un centro comercial que en una zona de restaurantes. ¿La razón? El comprador reconoce sectores específicos de la ciudad donde sabe que va a encontrar una amplia gama de almacenes que le permitan contemplar varias opciones, en lugar de viajar hasta un sólo almacén donde tenga pocas alternativas.
Algunos microempresarios optan por buscar un lugar aislado de la competencia para evitar la guerra de precios, pero lo cierto es que muchas veces constituye más una ventaja que una amenaza. Otro caso es el de sectores no explorados o con pocos ofertantes. Esas pequeñas agrupaciones comerciales, ubicadas casi siempre en sectores residenciales, ofrecen precios cómodos en los arrendamientos y son una excelente oportunidad para impulsar tu idea de negocio.
También puede darse el caso de que lo ofrezcas sea un asesoría (el caso de un psicólogo o un abogado). Si tu casa se presta para ello puedes ahorrarte el costo de pagar el arrendamiento de una oficina, e incluso puedes optar por la atención a domicilio como valor agregado.